miércoles, 9 de septiembre de 2015

UNA HISTORIA DE RADIACIONES



LA HISTORIA DE PILAR 


Conocí a Pilar en India. Fue Víctor, un sobrino de Pilar y Paco, su marido, que me explicó que sus tíos habían viajado desde Madrid para desconectar un poco e intentar mejorar los síntomas de la enfermedad de Pilar. Enseguida me interesé por su estado y le pedí hablar con sus tíos para solicitarles que me incluyeran en el equipo de acupuntores que iban a atender a Pilar. Más tarde, Víctor  me comunicó que no solo me habían admitido, sino que me iba a encargar personalmente del proceso.
Durante muchas semanas, el director de la Escuela Internacional de Acupuntura Natural había estado preparando un evento para promocionar la escuela, la acupuntura y los beneficios que podía aportar ésta en la pequeña comunidad donde estaba instalada la clínica., en una pequeña zona de Goa.
Toda la plana mayor del gobierno de la provincia, los terratenientes, la televisión…estaban invitados al evento.
El día 13 de Enero de 2014 a las 16:00 h empezó el evento,  hacía horas que estaba llegando gente y en la amplia sala exterior de la clínica no cabía ni un alfiler.

Cuando vi por primera vez a Pilar, me impactó su cara de tristeza, blanca con motas coloradas, amplias decoloraciones que iban desde la base de los párpados hasta el cuello. Como si de  una erupción alérgica se tratara. Además, ocultaba su indiferencia a todo detrás de unas grandes gafas de sol. Entre la multitud, logré acompañarla y guiarla hasta un pequeño box que había en la clínica para casos especiales. En Esa clínica, como en muchas otras en Asia, las salas son públicas y se atienden a muchos pacientes en la misma sala.

Dado la gran multitud y el griterío que formaban, lo más adecuado era llevarme a pilar al box. Una vez allí le pedí que se quitara las gafas de sol. Vi unos ojos vacios y una mirada desvanecida entre la inmensa cantidad de cachivaches que había en el box. Pilar casi no podía hablar o lo hacía como drogada. Mi primera impresión sobre ella no fue nada alentadora, no sabía por dónde empezar, se la veía débil y falta de cualquier atisbo de vitalidad.

Más tarde me enteré que su situación había degenerado desde hacía mucho tiempo. Pilar llevaba enferma más de 25 años. Había sido diagnosticada hacía muchos años de fatiga crónica y algunos menos de fibromiálgia. El cuadro no era nada alentador y mi experiencia como acupuntor no era mucha así que decidí empezar por el principio e intentar dar lo mejor de mí.
Fuera, la muchedumbre estaba cada vez más sosegada, estaba hablando el ministro de sanidad, explicando los beneficios que iba a aportar la clínica para su pequeña comunidad.
Los servicios de acupuntura eran y son gratis. Los pacientes únicamente pagan sus propias agujas. Éstas son personales e intransferibles. A pesar del profundo caos que mantiene la sociedad india en general, la asepsia es necesaria en este tipo de clínicas, aunque sea distinta a la que existe en las clínicas occidentales.
En esa primera sesión, que duró más de una hora y media, intenté aportar algo de vitalidad a Pilar estimulando REN4, ST36, SP6 y DU20. Al acabar la sesión tuve la intuición de que podía ayudar a Pilar y que a la vez ella me iba a ayudar a mí a mejorar y a crecer.
Sólo fue el comienzo de un gran camino que estuvimos recorriendo Pilar y yo durante más de dos meses.

Pilar llevaba más de 20 años padeciendo una enfermedad que le producía mucho malestar. Al principio, y como aún ocurre en la mayor parte de estos casos, la derivaban de especialista en especialista sin saber qué hacer con ella y sin tener un diagnóstico claro de su dolencia. El peregrinaje fue traumático ya que su impotencia era cada vez mayor. Entró en depresión, tuvo que dejar de trabajar, los dolores se hicieron insoportables…el tiempo pasaba y su malestar empeoraba.
La trataban con muchos medicamentos para paliar el dolor, además, su parte emocional estaba muy comprometida por lo que empezaron a tratarla con ansiolíticos. Ingería una cantidad tal de productos químicos que andaba todo el día sedada, como ausente de la vida que le rodeaba. No se daba cuenta de nada de lo que sucedía a su alrededor, como si hubiese perdido la lucidez.
El día 14 de enero empezamos su tratamiento propiamente dicho. Le pregunté a Paco que tal había pasado Pilar la noche y su respuesta me ilusionó aunque no me sorprendió. Fue la primera noche desde hacía mucho que Pilar se había sentido bien y que por primera vez en meses había cenado con apetito y se sentía con ánimos. Bien! pensé.
A partir de ese día nos veíamos con regularidad cada día a las 4 de la tarde y durante una hora y media la trataba con acupuntura.
Durante la primera semana de tratamiento, los ojos de Pilar volvieron a expresar vida, el brillo en sus ojos denotaba que el tratamiento le estaba haciendo mucho bien. Es cierto que los dolores musculares seguían, pero había algo en su rostro que reflejaba un profundo cambio, un cambio que durante las 4 próximas semanas se convirtió en espectacular o, como Pilar decía, milagroso.
Durante estas 4 semanas Pilar fue muy disciplinada.  En este tiempo, Pilar pasó de sentir mucho dolor y malestar a sentirse relajada, feliz y llena de esperanza. Los dolores habían menguado en algunas partes de su cuerpo y desaparecido completamente en otros. A medida que transcurrían los días, Pilar se sentía cada vez mejor. Dejó completamente los analgésicos y mantuvo los ansiolíticos, reduciendo las dosis paulatinamente sin llegar a dejarlos completamente.
En 5 semanas, Pilar pasó de ser un alma dolorida, apesadumbrada y sin ilusión a ser una mujer llena de vitalidad, alegría y con ganas de vivir. Estoy seguro que su disciplina y decisión por salir adelante y vencer su enfermedad fue el catalizador necesario para que su recuperación se convirtiera en una realidad. La acupuntura fue simplemente un canal que conectó su fuerza innata interior con la energía vital Universal que mantiene todas las cosas en movimiento, la propia vida.
A pesar de su veloz recuperación física, hay un componente emocional mucho más difícil de resolver y que tarda mucho más de 5 semanas. Este es el trabajo que cualquier terapeuta debe investigar y tratar, porque la curación de un ser humano  ocurre, no tratando la enfermedad en sí, sino tratando al propio ser humano de una manera holística, o sea, integral. Es imposible tratar el cuerpo sin acudir a la mente o al revés.
Lamentablemente, esta historia podía haber acabado bien si siguiéramos el precepto anterior, tratar a la persona de una manera integral. Así, los aspectos que se deberían tratar en cualquier patología son:

- Nuestro entorno.
- Nuestro Hogar.
- La alimentación.
- Nuestra mente.

Para desgracia de Pilar,  las”vacaciones” en India se acabaron y tuvo que regresar a Madrid. Al regresar a su casa y su entorno, la enfermedad volvió a sacar sus garras.
Hace ya bastante tiempo que estoy interesado en lo que respecta a las radiaciones electromagnéticas y he podido comprobar en las propias carnes sus efectos negativos, ya que producen muchos y muy variados síntomas y síndromes.
En India prometí a Pilar que cuando regresara a España le haría una visita en su casa de Madrid para hacerle un estudio de los niveles de radiación electromagnética.
Como lo prometido es deuda, en mayo de 2014 me presenté en su casa y pude constatar  una situación poco alentadora. Después de comprobar que el wifi, que estaba junto a la habitación de Pilar y en el estudio de Paco, daba unos resultados alarmantes, comprobé con frustración que justo en el cabecero de la cama donde dormían Pilar y Paco se leían unos niveles de radiación realmente alarmantes, muy por encima de los niveles que el ser humano puede aguantar sin ver comprometido su funcionamiento.
Para nuestra desgracia y la de los vecinos de la zona descubrí, al salir al balcón, que en el edificio de justo al lado había una gran antena de telecomunicaciones minando, en todo momento, la integridad física de lo más grande y valioso que poseemos los seres vivos, la vida.

sábado, 5 de septiembre de 2015

HABLEMOS DE RADIACIONES



 ¿Qué son las radiaciones?


La radiación es la propagación de energía a través de un medio material o en el vacío. Esta energía puede viajar en forma de ondas o partículas.
De hecho, las radiaciones u ondas electromagnéticas son el Génesis de la creación, es lo más natural, ya que tanto nosotros, como todos y cada uno de los seres vivos podemos vivir gracias a estas ondas o electricidad.
Mee gustaría añadir, que la electricidad, más allá de lo que se relaciona con la luz y la energía, es un proceso químico muy sensible y altamente eficiente.


¿Qué tipos de radiaciones hay?

Al decir radiaciones, estamos hablando sencillamente de ondas que viajan en un espacio. Hay ondas que necesitan un conductor material, como las ondas sonoras y hay otras que pueden viajar en el vacío (sin aire). Este es el caso de las ondas electromagnéticas.


Principalmente hay dos tipos de radiaciones que nos afectan a los seres vivos:


• Radiaciones artificiales
• Radiaciones naturales


Radiaciones artificiales. 


Son las creadas a consecuencia de los avances en la sociedad actual.


Radiaciones ionizantes. En este grupo se incluyen los rayos X, las radiaciones gamma (radioterapia, cobalto). Muy peligrosas.


Radiaciones No ionizantes. Este tipo de radiaciones también pueden provocar daños a nivel fisiológico dependiendo de la intensidad y la fuerza de las ondas. Este grupo se encuentra en la luz y las microondas (wifi, telefonía móvil, teléfono inalámbrico, aparatos electrodomésticos ...


Radiaciones naturales


Son los campos electromagnéticos propios de la tierra, es decir, generados naturalmente y que interactúan con nosotros en cualquier lugar.


Mientras que las radiaciones artificiales son fácilmente medibles con los aparatos adecuados, la aceptación de las radiaciones de origen natural son más controvertidas por la comunidad científica precisamente por la falta de aparatos y estudios sofisticados que puedan medir estas energías de la tierra.


El aparato básico para saber si hay una radiación natural en nuestro hogar es tan básico como unas varillas de metal que se abren o se cierran en función de si se cruzan con un campo electromagnético o no.


El procedimiento es bien sencillo; caminas hacia adelante, al cruzar un campo electromagnético natural, las varillas se cierran por el campo generado entre las varillas y producido por el movimiento de electrones que salen de la energía terrestre.


Hay varias redes por toda la superficie de la tierra. Se llama una red Hartmann la que se circunscribe en líneas norte-sur y este-oeste. La separación entre estas es más o menos de 2 metros. El problema ese genera cuando tenemos la cama situada encima de un cruce de estas líneas, lo que ocurre muy habitualmente.  La manera más fácil de evitar o minimizar los riesgos es moviendo la cama unos centímetros.


¿y qué hago si no se puede mover la cama? Normalmente siempre se encuentra una manera de minimizar los riesgos, simplemente moviendo unos centímetros salimos del eje  para que esta energía nos afecte menos.


Vías de agua subterránea. En otras muchas ocasiones, por debajo de la superficie del suelo circulan vías de agua como auténticos ríos subterráneos. El grado de peligrosidad para los seres humanos radica en la cantidad de agua que circule.


 ¿Que son las microondas?


Son ondas electromagnéticas de frecuencia muy alta y que se utilizan principalmente para transmitir información y en los aparatos de cocina.


Los aparatos microondas agitan las moléculas de agua contenida en los alimentos hasta que éstos vibran a gran velocidad provocando un aumento de la temperatura.


¿Que es el síndrome de las microondas?


Este síndrome está provocado por la exposición a campos electromagnéticos de alta frecuencia. Se refiere a un conjunto de síntomas: (dolor de cabeza, mareo, dificultad para dormir, dolores musculares, alérgias…  ), que se activan o intensifican al estar cerca de aparatos eléctricos o de las señales que emiten; fuentes de electricidad, transformadores, antenas de telefonía, aparatos de wifi ...


Si quien padece la enfermedad, se aleja de la fuente que la causa, la salud de la persona mejora e incluso desaparecen los signos y síntomas. Desgraciadamente esto es recurrente y regresan cuando la persona vuelve a estar dentro de estos campos.


Afecta a las personas con un sistema inmunitario deficiente (enfermos, ancianos o niños). Además, cualquier persona puede ser sensible a la exposición sin saberlo, sobre todo si ésta es prolongada.


Puede haber personas que se hagan hipersensibles incluso a intensidades de campo muy bajas o aparentemente inocuas.


Las personas afectadas con "sensibilidad química múltiple" SQM pueden ser propensas a padecer hipersensibilidad a las radiaciones sin saberlo, ya que su cuerpo está instruido para reconocer cualquier producto nocivo externo, teniendo dificultad para contrarrestar sus efectos .


 
El síndrome de las microondas o electro-sensibilidad cursa, entre otros,  estos síntomas:


- Insomnio

- Infecciones recurrentes

- Cefaleas

- agotamiento crónico
- Problemas en la piel

- Dificultad para concentrarse
- Pérdida de memoria a corto plazo

- Tristeza
- Alteraciones cardíacas

 - Desorientación

- Disminución de la lívido

 - Trastornos de la tiroides

- Acufenos (pitidos en los oídos)

- irritabilidad


¿Son malas las radiaciones u ondas electromagnéticas?


Púes depende de su energía, o sea, de su intensidad y de la intensidad máxima que es capaz de aguantar cada persona o ser vivo.Dependiendo de la fuerza y ​​la intensidad de la radiación provocará unos efectos más o menos nocivos.


Poseen una energía tan grande que puede causar un daño grave a nuestro ADN y favorecer la aparición de enfermedades graves. El ADN transfiere a la célula  la información necesaria para que ésta se regenere en unas condiciones óptimas.


En cualquier caso que este ADN o información genética en la célula sea perturbado, la estructura final será precaria o con errores. Estos errores favorecerán que nuestro sistema inmunitario sea incapaz de luchar contra los radicales libres, que son restos de células  viejas que oxidan nuestro cuerpo.


En la actualidad se adopta la hipótesis de que cualquier dosis de radiación puede contribuir a una bajada de nuestro sistema inmunitario y permitir la posibilidad de padecer una enfermedad.


Este efecto biológico puede provocar la muerte o modificación de determinadas células  al tiempo que afectan el normal funcionamiento de los diferentes órganos y tejidos.


Se calcula que en Europa hay unos 13 millones de personas electrosensibles, y de éstos, la mayor parte no lo saben.


Hay países en que esta enfermedad por la exposición a las ondas electromagnéticas está tipificada y contemplada como baja laboral por invalidez para quien la padece.


Aparte de afectar a la calidad de vida de las personas que la padecen, también puede generar cambios emocionales. La persona afectada puede ir de consulta en consulta durante años sin obtener un diagnóstico claro. La confusión y el malestar afectan su salud emocional. Enfermedades como la fibromialgia o la fatiga crónica son todavía difíciles de diagnosticar y no está clara su etiología.

¿Que podemos hacer para evitarlas?


Desgraciadamente es muy difícil evitarlas ya que cada vez más, las ondas nos invaden por todas partes. De hecho, los ayuntamientos se gastan una fortuna en ampliar  el radio de acción de los wifis o wimax para que las personas nos podamos conectar desde cualquier lugar, incluso en las estaciones subterráneas del metro.


Esta facilidad de conexión, que a primera vista parece un gran avance tecnológico, también significa que no le damos descanso a nuestras células en ningún momento, provocando el estrés de estas y favoreciendo la oxidación y finalmente la muerte o mutación como me explicado antes.


El cerebro humano trabaja a una frecuencia (vibraciones por segundo) que van desde los 2 Hz de un estado que sería tipo hipnótico, meditativo, de sueño profundo, a una frecuencia de 13 Hz en un estado de vigilia y de plenitud, de “armonía”. El aumento de esta frecuencia puede ser producida por la ansiedad, el estrés, el miedo...


Por encima de 28 Hz la confusión predomina en nuestra mente. He aquí de qué manera afectan a los campos electromagnéticos en nuestra salud.


Que casualidad que a medida que aumenta la frecuencia de la electricidad aumentan los problemas, la confusión y la oxidación de las células.


La corriente eléctrica circula por nuestros hogares a 50 Hz.  ¡Imagínese!,  si a 28 Hz ya provoca confusión a nivel mental, ¿que hará a 50?. Pero el problema no termina aquí, resulta que los aparatos de telefonía, trabaja a una frecuencia de miles de hercios.
Imagínese lo que supone, por ejemplo, dormir con el teléfono o el despertador en la mesilla de noche y al lado del cerebro, o el aparato de wifi en el área de trabajo 8 horas al día.



 DEBEMOS PROTEGERNOS


- Sustituir los teléfonos inalámbricos tipo DECT, o sea los de sobremesa por otro tipo ECO que no afectan tanto.

- Limitar el uso del móvil, especialmente dentro de lugares cerrados por el efecto resonante, o en lugares con poca cobertura, ya que la antena tiene que trabajar con más fuerza.

- Mantener el móvil lo más alejado posible de la cabeza para minimizar la penetración cerebral de las ondas. Podemos utilizar el altavoz o los auriculares con micro.

- No utilizar lámparas halógenas si el transformador lo tenemos muy cerca.

- Ventilar el interior al menos 15 minutos al día.

- Utilizar tejidos naturales como el algodón en vez de tejidos sintéticos. Estos provocan campos de electricidad estática.

- Aumenta la ingesta de productos alcalinizantes, ya que ayudan a combatir la oxidación provocada por el aumento de radicales libres en nuestro organismo.

- Ojo con los vigila- bebés, también provocan campos y perturban el sueño de los niños.

- Ir mucho cuidado con el uso del microondas y sobre todo no abrir la puerta nunca antes de que suene la campana.

- Caminar descalzo por el césped, arena... es importante descargar la electricidad al suelo.

- Sustituir los aparatos wifi para redes Ethernet en cuanto sea posible. Tu familia, trabajadores, colaboradores lo notarán en forma de más salud y productividad.

- Ingerir productos ricos en melatonina y omega 3: Nueces, avena, arroz integral, pipas de calabaza, aceite de lino, pescado azul,...

Todo ayudará a mejorar la circulación sanguínea y oxigenar las células, de este modo minimizaremos su oxidación.

¿Como sabemos si podemos estar sufriendo una intoxicación por ondas?

- Levantarse cansado por la mañana. El sueño no ha sido reparador.
- Dolores articulares, dolor de cabeza.
- Sistema inmunológico precario; resfriados recurrentes, rinitis, picores, alergias ...
- Apatía, astenia ...

-…


¿Cuál es el primer paso?


Si padeces alguna enfermedad, paralelamente con la buena prescripción de tu médico, estaría bien hacer un estudio de tu casa y especialmente de tu dormitorio, que es donde estamos 1/3 de nuestra vida.


En el estudio geobiológico se miden los niveles de contaminación electromagnética de alta y baja frecuencia procedente de posibles aparatos externos o, como ocurre en la mayor parte de las veces, de nuestra casa.


Además, en el estudio se verifican la orientación y dirección de las redes Hartmann y Curry, que son las cuadrículas energéticas y naturales existentes por toda la superficie. También se verifica si existen otros factores geopatógenos que pueden influir en la salud como por ejemplo, vías subterráneas de agua, o pequeñas grietas en las capas de la corteza terrestre por donde escapan las radiaciones procedentes del centro de la tierra.


También se hacen sugerencias sobre las opciones más adecuados en cada caso; situación de los aparatos de wifi, protección contra las radiaciones que no se pueden evitar...